Cuánto malestar nos genera sentir culpa!!!! Y no te hablo de la culpa de cuando somos responsables de haber hecho algo concreto a alguien, haber lastimado a otro, o haber incumplido un acuerdo. Esa culpa, está ligada a alguna responsabilidad que tenemos, y es más clara y concreta la posibilidad de gestionarla. Reparo, me hago cargo, me dis-culpo.
Te hablo de esa sensación que es difícil de explicar, la sentimos en el cuerpo, y hasta te diría, en el alma. Eso de sentirte “Como si hubieras hecho algo malo”, cuando en realidad, no es así.
De esa culpa hablo. Esa que parece que viene de muchas voces susurrándonos qué es lo que se esperaba de nosotros en esa situación, qué es lo que “deberíamos haber hecho”, qué es lo “correcto”, y así, podemos enumerar un sinfín de creencias y mandatos que profundamente tenemos arraigados en nuestro inconsciente. Y que sentir, se siente!
Creo que la mayoría de las veces, ese sentir aparece cuando descubrimos qué es lo que queremos hacer, qué decisión queremos tomar, cuando estamos conectados con quienes somos.
Y esto, no siempre está en concordancia con lo que el sistema “aprobaría”. Sistema familiar, comunidad, las creencias colectivas, etc. A veces, lo que deseamos para nosotros, para personas importantes de nuestro entorno, “no está bien visto”. ( y hablo desde pequeñas decisiones cotidianas hasta decisiones de vida).
La culpa es esa incómoda emoción que sentimos cuando estamos haciendo algo que tal vez nuestro clan, no aprueba, y sin embargo, nuestro deseo allí nos lleva
Para no sentir esa sensación de culpa, entonces, tendríamos que quedarnos viviendo y haciendo lo que el resto espera que hagamos. Así no sentiríamos culpa. ( Tal vez, sentiríamos mucho enojo con nosotros por no respetarnos y poner las expectativas y mandatos de otros por sobre nosotros, pero culpa, no sentiríamos.)
Será entonces que muchas veces para hacer lo que deseamos, lo que vinimos a ser y a hacer, hay que avanzar aún sintiendo culpa? Qué pasaría si avanzamos aún sintiendo culpa?
Qué pasaría si en vez de pensar que sentir culpa es malo, cada vez que sentimos culpa nos recordamos que es que estamos creciendo, tomando un poquito de distancia de nuestro clan para “ser quienes somos”?
No hay crecimiento sin culpa.. La culpa no sólo es una buena señal, sino que es necesaria para crecer, para expandirnos más allá de los límites de lo familiar. ( Y eso no quita, el amor y respeto que les tengamos)
¡Bienvenida esa culpa entonces. Vamos por buen camino!