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EL DINERO SE QUEDA CON QUIEN LO RESPETA

Monica Petrochelli

Monica Petrochelli

Monica Petrochelli

Monica Petrochelli

Psicóloga Social | Coach Ontológico

“El dinero se queda con quien lo respeta”. Así comenzó un taller uno de mis grandes maestros – agradecida siempre-.

Tema polémico el de la “relación con el  dinero”, no? Y digo “relación”, porque he conocido personas con mucho dinero que se relacionan con miedo,  y otras que tal vez, sin  cuentas abultadas, tienen una relación de mucha confianza, abundancia y bienestar  con el dinero…

Quiero compartirles sintéticamente algunas ideas, que en base al trabajo con las personas, formaciones y a mi propio proceso en la relación con el dinero, voy integrando. (y me encantaría saber cómo lo ven y viven ustedes!)

El dinero es un “bien de intercambio”. Ancestralmente se usó el trueque (y vuelve a usarse porque es uno de los modos más ecológicos del micro mercado, a mi entender) , los minerales, las especias, los billetes, cheques, acciones, hoy bitcoins y distintas  monedas virtuales, y así, siempre habrá modos de intercambiar lo que necesito con lo que otro necesita. 

Todo parece fácil hasta acá, por  lo menos para decirlo.

Entonces, qué es lo que hace que haya tantos conflictos por el dinero? Peleas familiares, sensación de carencia, desigualdades grotescas sociales,  incluso guerras?

Creo que en general, ante la vida, nos vinculamos con un sentimiento de “carencia” o de “abundancia”.

Entonces desde la carencia, percibo al dinero como insuficiente, que sólo es para unos pocos, o que alguien tiene que tener menos para que otro tenga más, o que puede faltarme y podría seguir citando creencias sobre el dinero desde el sentimiento de carencia, desde el miedo.

Y como ya sabemos, desde el miedo, aparece la mezquindad, la desesperación por guardar por si falta, el no disfrute, la tensión, muchas veces la corrupción de valores, y un sinfín de dinámicas de funcionamiento que tienen su base en el miedo. “Miedo a que falte.”

Desde la abundancia, y sin “endiosar ni demonizar” al dinero, porque justamente, no es ni bueno ni malo sino un bien de intercambio, se vive con fluidez, con responsabilidad y cuidado pero confiadamente, con la certeza de que todos somos merecedores de tener los recursos que necesitamos para vivir. (podríamos hablar de todas las locuras que suceden en el mundo por desequilibrios en el manejo del dinero, pero no es el foco de esta nota)

Y esto es justamente para mí, respetar el dinero. Es aceptar que lo necesitamos y “queremos” para vivir bien. (Si tengo miedo a  no tenerlo, no lo respeto, porque lo estoy sintiendo “más grande” que yo)

Que no es un bien sagrado, ni único y exclusivo para algunos. Es un bien de intercambio. Temporal! ( y si no, recordemos esas historias en las que se encuentran cantidades tremendas de billetes que han quedado obsoletos, “amarrocados” por alguien que por algún motivo, decidió retenerlo)

Es un tema que da para mucho. Inquieta. Incomoda.  El dinero ( y la relación que las personas tenemos con él, suele ser disparador de malestar en los vínculos, divisiones familiares, se ha usado como criterio para dividir “los que tienen de los que no tienen” ( más o menos sutilmente), ha traído problemas de salud física, emocional, anímica, ha sido la gran excusa para trabajar compulsivamente, para no vivir un poco más en paz, y hasta motivo de guerras.

Sólo (me ) invito a revisar cómo es la relación con el dinero. Para vivir un poquito más conscientes, y tal vez, con algunos “darnos cuenta”, vivir mejor, y quien te dice, con más dinero! J

De paso, confieso cuan declaración al universo: “me encanta tener el dinero que necesito para vivir como me gusta. Lo tomo  con respeto y dignidad y hago algo bueno con él.”  

Los abrazo, Moni.

“No creas nada, no importa donde lo leas o quien lo dijo. No importa si lo he dicho yo, a no ser que esté de acuerdo con tu propia razón y sentido común.” Siddarta Gautama, Buda.

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